Los primeros carros se utilizaron en las casas señoriales del siglo XVIII como puente entre la cocina y el comedor. Aunque estos carritos de madera seguían sin estar adornados, esto cambió radicalmente en el siglo XIX: Con el creciente entusiasmo por las fiestas del té y el café, los carritos de servicio se convirtieron en elegantes símbolos de estatus que transmitían una sensación de lujo y estilo con sus imponentes ruedas de radios, su rica ornamentación y sus maderas nobles. En la década de 1930 aparecieron carritos que combinaban estructuras tubulares de acero con estantes de madera.

Con el tiempo, la racionalización de las cocinas profesionales hizo más hincapié en la funcionalidad. Al mismo tiempo, aumentaron las exigencias en materia de seguridad e higiene, por ejemplo, que el material madera no podía cumplir: fue sustituido por el acero inoxidable. Lo que seguía faltando era una normalización de los carros de servicio para unificar la confusión de diferentes diseños y calidades.

La base de los carros de servicio tal y como los conocemos hoy se creó en 1997 con la norma alemana DIN 18867-1 D para equipos móviles de catering. En ella se establece lo siguiente: "El carro de servicio debe tener al menos 2 estantes. Todos los estantes deben tener un borde de perfil elevado, dibujado y circunferencial de al menos 8 mm de acuerdo con la figura 2". También se regulan con precisión detalles como el diseño del asa de empuje, la protección contra impactos y la estabilidad. Sin embargo, cuando se trata de las dimensiones, la norma de repente se queda corta: deben respetarse unas dimensiones mínimas de 600 x 400 mm de largo y ancho con una altura de 800 mm. Todo lo demás depende del fabricante.

"Uno para todos" no habría sido la última palabra en sabiduría a la vista de la amplia gama de posibles usos de los carros de servicio y las diferentes condiciones espaciales. Por eso se ha creado todo un cosmos de tamaños diferentes. Todos ellos se basan en el tamaño mínimo normalizado y lo amplían en incrementos de 100 mm o 200 mm. Por ejemplo, hay modelos compactos de 700 x 500 mm, pero también versiones XXL de 1.100 x 700 mm. Y en lugar de la carga mínima prescrita de 80 kg, algunos modelos tienen una impresionante capacidad de carga de 200 kg.

Un carro de servicio ya es de por sí una herramienta increíblemente práctica en la cocina profesional. Pero, ¿no se puede sacar mucho más de este concepto? El equipo de desarrollo de B.PRO lleva años haciéndose esta pregunta una y otra vez y ha encontrado respuestas sorprendentes y extremadamente prácticas.

Los paneles para colgar transforman el carro de servicio en un espacio de almacenamiento móvil y opaco. El conjunto de encimera de acero inoxidable, bastidor colgante para un rollo de cocina, soporte para cuchillos y tabla de cortar crea una estación de preparación para la cocina frontal, por ejemplo, con protección opcional contra estornudos. Con un estante para guardar bandejas y un accesorio para cubiertos, el carro de servicio se convierte en una parte indispensable de la cantina o cafetería. Y quien necesite una opción para secarse después de fregar, puede utilizar la bandeja recogegotas para vasos o la rejilla para recipientes Gastronorm.